Institución

Quinta ola del Covid-19 ha llegado al Congreso

Escribe. Arístides Alvarez

Fotos: Víctor Torres

Desde el pasado viernes 25, los trabajadores del primer poder del Estado vienen siendo sometidos a pruebas de tamizaje para identificar a los contagiados con y sin síntomas.

La tarea, la realizan dos piquetes de profesionales de la salud en el Palacio Legislativo y el ex Banco Popular de ubicado en el jirón Huallaga, de Lima, pertenecientes no al ministerio de Salud ni Essalud, sino a un laboratorio privado. Un beneficio especial del que gozan sus trabajadores en su conjunto si lo comparamos con el servicio público que es burocrático e ineficiente para el resto de peruanos.

Los trabajadores del Congreso se dividen en dos grupos: el personal del Servicio Parlamentario (funcionarios, profesionales, administrativos y obreros) y el personal de confianza de los 130 congresistas (asesores, técnicos y auxiliares), son sometidos a isopados en fosas nasales y garganta. Hemos visto, entre ellos, al ex congresista fujimorista Miki Torres, hoy asesor de la bancada de Fuerza Popular.

Al centro, fujimorista Miki Torres ingresando sus datos en formulario para someterse a prueba Covid-19.

Los resultados del laboratorio son dados a conocer vía correo electrónico personal en un plazo máximo de 24 horas. Los que dan positivo están acercándose al tópico del Congreso para recabar la prescripción médica por escrito que comprende la toma de antiinflamatorios, abundante agua y descanso en cama con aislamiento por algunos días. Se sabe que el cuadro común es un falso resfrío.

Unas 500 pruebas Covid-19 diarias se vienen realizando a los trabajadores del Congreso.

Pese a que las autoridades del Congreso han evitado pronunciarse sobre el tema, se conoce que -hasta el momento- el número de contagios confirmados va en aumento, encontrándose entre ellos el ex oficial mayor Hugo Rovira.

Tulio Vizcarra, secretario del Sindicato de Trabajadores del Congreso (Sitracon) ha confirmado el hecho, sin embargo, expresa que los casos no desencadenarán cuadros de gravedad (ni muerte como sucedió en la primera ola) porque los trabajadores están vacunados. Su totalidad supera los 2,500.

Respecto a los congresistas, éstos no se han dejado ver sometiéndose a las pruebas anticovid, y en su gran mayoría, sin mascarillas transitan por los ambientes del Congreso. Recordemos que algunos parlamentarios basados en cuestiones religiosas y otros, se habían resistido a vacunarse, como el derechista de Renovación Popular Alejandro Muñante y nuevo tercer vicepresidente del Congreso, que calificó de ¡Victoria! No presentar el carnet de vacunación para votar, y se desconoce si lo han hecho posteriormente.

Aló Minsa: La cuarta dosis de vacuna es una obligación aplicarla para combatir la quinta ola en el Perú. 

Dos días antes, en el Hall de los Pasos Perdidos, la congresista y flamante ministra de Salud, Kelly Portalatino, había confirmado el alarmante crecimiento de contagios cuando señaló “necesitamos tomar acciones”. Según información del sector en un mes se pasó de 1,637 casos a más de 3,000 y no descarta adoptar en las próximas horas medidas anteriores como volver a la obligatoriedad de la mascarilla, recomendación dada por los expertos a Portalatino para contrarrestar el avance de la quinta ola a través de la nueva variante peruana Omicron DJ.1, pero ésta la desoyó en un contexto donde sólo el 23% de los peruanos tienen las cuatro dosis de vacunación.