30 mayo del 2022
Escribe: Arístides Alvarez
Fotos: Víctor Torres
La promesa del acceso a la prensa al Congreso por parte de su titular, María del Carmen Alva, resultó, hoy, una burla más al derecho a la libertad de información.
El cumplimiento de su compromiso fue publicitado en las redes sociales por la oficina de comunicaciones jefaturada por la renunciante Martha Meléndez, ex empleada del fujimorista Luis Galarreta. Ella, cinco días antes había comunicado al oficial mayor del Congreso, Hugo Rovira, que se invite a los voceros de las bancadas a la ceremonia de reapertura de las sala de cronistas parlamentarios y de conferencias, ésta última llamada por Galarreta, “Héroes de la democracia”, quién borró de un plumazo su nombre original: “Gustavo Mohme”.
La cita era a las 10 a.m., pero los periodistas seguían bajo el toldo de la Plaza Bolívar a cien metros del ingreso principal del Palacio Legislativo. La reportera del canal del Estado (7 TV), July Guevara, extrañamente se esforzaba por convencer a sus colegas protestantes contra la presidenta del Congreso de participar del evento.
Media hora después, se iniciaron las coordinaciones entre el personal de seguridad y de comunicaciones, entre las que estaban, Mónica Su y Marlene Alburuqueque, quienes sin ninguna experiencia profesional ingresaron a laborar en la oficina de comunicaciones durante el secuestro del Congreso por el CCD fujimorista.
173 acreditados
En ese momento, se conoció de la existencia de una larga lista de 173 periodistas acreditados por la oficina de comunicaciones, los únicos autorizados para ingresar, pero por la puerta de atrás. Tal decisión fue tomada como una afrenta por los periodistas que durante los últimos meses habían protestado ante la injustificada negativa del acceso a las instalaciones del Congreso cuando el trabajo presencial y aforo post Covid-19 en las entidades públicas ha vuelto al 100%. Importantes medios como Canal N, Canal 5, Canal 2 y RPP, entre otros, no se movieron del lugar.
La escasez de medios de comunicación al interior del Congreso preocupó a los asesores de las vicepresidencias de la Mesa Directiva del Congreso, quienes se vieron obligados a intervenir haciendo la recomendación que excepcionalmente se les permita el ingreso a todos los periodistas, pero sufrieron la tenaz resistencia de Martha Meléndez y el cuestionado bachiller en comunicaciones Jesús Molina.
Privilegiado
Minutos antes, el reportero Igor Malca, de canal 9 TV, tuvo el privilegio de ingresar por la puerta grande como “Pedro en su casa” y hacer una transmisión en vivo de 10’.58”, donde incluso justificó la prohibición a los periodistas al Hall de los Pasos Perdidos del Congreso a la espera de un informe de la oficina de riesgos de la municipalidad de Lima, según sus fuentes.
Concluida la deslucida ceremonia, María del Carmen Alva, se retiró sin brindar declaraciones a la prensa, quizá temiendo ser interrogada sobre la ampliación de la investigación preliminar del Fiscal de la Nación, Pablo Sánchez, por supuesta organización criminal al Presidente Pedro Castillo, el ex ministro del MTC, Juan Silva y a seis de sus colegas “Los Niños”.
La prohibición del acceso al Congreso, se confirmó cuando el personal de seguridad del Congreso inmediatamente desalojó a los periodistas del interior del Congreso, que volvieron nuevamente a la intemperie de la fría plaza Bolívar.
Silencio
El decano del Colegio de Periodistas de Lima, Luis Tipacti, y el decano nacional de Periodistas del Perú, Ricardo Burgos, presentes en la ceremonia, guardan silencio cómplice a este condenable atropello.
Conocida la noticia, los gremios de prensa, Consejo de la Prensa Peruana, el Instituto Prensa y Sociedad (IPYS) y la Asociación Nacional de Periodistas (ANP) en una carta firmada demandaron a la presidenta del Congreso que se permita el acceso de los periodistas al Hemiciclo y Hall de los Pasos Perdidos.