El “Rocinante” de Fernando Belaunde
Conozca a “Rocinante”, la histórica camioneta GMC que usó Fernando Belaunde Terry en sus campañas electorales desde 1956 y que espera en silencio un mejor sitial.
Escribe: Lenin Facundo
Sólo los memoriosos recordarán la famosa camioneta GMC Truck FC-100 que el 1 de junio de 1956 se convirtió en protagonista de uno de los pasajes más significativos de la historia política del Perú.
En efecto, ese día el entonces candidato del Frente Nacional de Juventudes Democráticas, el arquitecto Fernando Belaunde Terry, encabezó una movilización con sus simpatizantes a Palacio de Gobierno, por el jirón de la Unión, para exigir al entonces presidente, el general Manuel A. Odría, su inscripción en el proceso electoral presidencial de ese año ante la negativa del Jurado Nacional de Elecciones.
Belaunde en hombros por los jóvenes del Frente de Juventudes en justa protesta contra Odría al negarle su inscripción de candidato.
Sucedió entonces lo que hasta hoy sucede con cualquier movilización ciudadana que se acerca al centro del poder político. A la altura de la iglesia La Merced, un contingente de la entonces Guardia Civil, los reprimió usando los potentes chorros de agua lanzados por el popular “Rochabus”. El arquitecto y sus acompañantes recibieron el involuntario baño. Pero eso no disminuyó sus ánimos. Retrocedieron hasta el diario La Prensa donde lo esperaba, con el motor encendido, la camioneta conducida por su entonces propietario, el ingeniero Jorge Chávez.
El vehículo rápidamente enrumbó hacia la Plaza San Martin. En ese punto se detuvo y en medio del fervor de los manifestantes, el arquitecto, arropado con una bandera peruana, se subió a la tolva de la camioneta y pronunció un recordado discurso que lo encumbró a las altas esferas de la política peruana. Años después (no en 1956 sino en 1963) asumió la presidencia de la República en su primer periodo. En ese momento ya la GMC, color verde petróleo, se había hecho famosa, tanto es así que fue utilizada para la campaña política del líder de Acción Popular (que fundó el 7 de julio de 1956) en el interior del país con el nombre de “Rocinante” a la memoria del famoso caballo de Don Quijote de la Mancha. Tenía sentido, el arquitecto tenía que enfrentar los “molinos de viento” que se oponían a su candidatura. Y vaya que lo consiguió. En 1956, si bien no ganó la elección (Manuel Prado se hizo de la presidencia) si logró su inscripción.
«Rocinante» quedó temporalmente en la cabelleriza cuando FBT asumió la presidencia en 1963. Aquí, en 1968 en visita de inspección a la construcción de la carretera La Marginal de la selva. Foto: Diario El Comercio.
La última ruta
Los años pasaron y la GMC siguió activa entre el garaje de su dueño y paseíllos de exhibición. Pero en 1998 el ingeniero Chávez decidió venderla al empresario y corredor de autos, Alberto Cúneo, por un precio simbólico de mil dólares. Pasaba a buenas manos. Como buen amante del automovilismo Cúneo invirtió y la puso como una joya, cambiando sólo las llantas y los aros. Todo lo demás, fue renovado por piezas originales y a veces sólo remozadas.
Años después pasó al cuidado del hombre de radio Eduardo Urbina Moya, el popular “Primo Koko” de “La hora del lonchecito”. El periodista, propietario de “Radio del Sur” (en el 91.5 de la FM) supo capitalizar el activo sobre ruedas y la utilizó en sus campañas radiales de responsabilidad social. De esta forma el GMC de FBT y del “banderazo” pasó años recorriendo las calles de San Juan de Lurigancho, Villa El Salvador, Lurín y otros distritos del sur de Lima llevando entretenimiento y apoyo social a sus vecinos. “Rocinante” seguía ganando batallas, esta vez, contra la pobreza y por la información.
«Rocinante» a la espera de un merecido sitial. Foto: Réplica.
Hasta que el año pasado llegó la pandemia y ya no se podía hacer recorridos promocionales. “Koko” Urbina tuvo que cederla. Su actual propietario es Rafael Ortiz, quien tiene la entrañable camioneta, en un garaje del cercado de Lima, muy cerca donde protagonizó la histórica jornada del 1 de junio. Hoy, la GMC de FBT o “Rocinante” agoniza en el sentido unamuniano. Lucha silenciosamente por sobrevivir como la democracia peruana de estos días ¿Merece el homenaje de los militantes y descansar de sus horas de lucha en Paseo Colón, local de Acción Popular?